domingo, 28 de diciembre de 2014

Reseña: Princesa Mecánica

Como sabréis, llevaba mucho tiempo con este libro, y por fin puedo decir que lo he acabado.

Tessa Gray debería sentirse feliz... ¿no se sienten así todas las novias? Prometida a Jem, sigue recordando las palabras de Will declarándole su amor. Pero los planes de Mortmain, que necesita a la chica para acabar con los Cazadores de Sombras, cambiarán el destino de Tessa... Si la única manera de salvar el mundo fuera destruyendo a quien más ama, ¿lo haría?



AVISO: SPOILERS DE LOS LIBROS ANTERIORES

Princesa Mecánica es la tercera y última parte de la trilogía Los Orígenes, que a seu vez es una precuela de la saga principal de Cazadores de Sombras. Si habéis leído mis entradas reseñando los dos anteriores, sabréis que por mucho que me guste The Mortal Instruments (la saga principal), Los Orígenes me enamoró completamente. Y este último tomo no ha hecho más que reafirmarme en mi decisión.

La historia retoma el hilo en el que dejamos el segundo libro, con la llegada de Cecily al instituto y los planes de boda de Tessa y Jem. Pero nada es tan fácil para los cazadores de sombras, y menos aún para lo que es Tessa. El Magíster sigue buscándola y enviando autómatas al instituto, que cada vez son más difíciles de frenar. Y los Lightwood siguen estando en medio, para bien o para mal.

De los personajes no hay mucho que se pueda añadir, su carácter lo conocemos de los dos libros anteriores. Aunque en cuanto a personajes "nuevos" podemos hablar de Cecily y los Lightwood, a quienes habíamos conocido vagamente anteriormente. Cecily es la hermana pequeña de Will, que va al Instituto con la intención de llevar a Will con su familia, a su verdadero hogar. Pero poco a poco podemos ver cómo cada vez es más consciente de que su hermano pertenece al Instituto, que esa es su familia. Es una chica impulsiva, igual que Will, muy cabezota, pero también es muy lista.
Los dos hermanos Lightwood (o Lightworm, como diría cierto Herondale), Gabriel y Gideon, pueden ser muy diferentes: Gideon es atento y de buen corazón, Gabriel es mucho más orgulloso y desconfiado. Pero podemos ver cómo esa coraza del pequeño se va desarmando, y nos permite ver que en realidad se parece bastante a su hermano, e incluso a Will.

Aparte del romance y el triángulo amoroso principal, a la trama no le falta acción, y tiene unos diálogos que te hacen sonreír e incluso reír, que le quita algo de dramatismo para que no quede demasiado cargado. Los misterios se van resolviendo poco a poco, hasta llegar al final de la historia. Y entonces, cuando todo parece acabado y tienes una sonrisa en el rostro, llega el epílogo.

El epílogo es esa parte del libro en el que apenas puedes ver las palabras escritas, porque están borrosas gracias a las lágrimas. Al menos, para mí fue así. Cuando paraba, leía otra página más, otro recuerdo más, otra lágrima más. Puedo decir que es el libro con el que más he llorado (sí, más que con TFIOS). Y ha merecido la pena. Aunque me quedase tumbada en mi cama con el libro abrazado sin saber qué hacer con mi vida durante unos minutos, y una parte de mí quisiera matar a Cassie, pronto esas ganas de ir con un cuchillo a su casa (soy muy exagerada, lo sé) cambiaron por unas ganas de adularla y abrazarla. Y es que es el final perfecto para la trilogía.

 Concluyendo, Princesa Mecánica es el final de trilogía perfecto para Los Orígenes.

PD: Unos Will y Gideon for me pls ♥

No hay comentarios:

Publicar un comentario