martes, 15 de julio de 2014

Reseña: Sin Identidad, Rae Mariz

Hace unos días terminé Sin Identidad, de Rae Mariz.

Hace años, el gobierno se dio cuenta de que no tenía dinero para pagar la educación. Las empresas reaccionaron y crearon el Juego, un entorno ideado para los chicos en el que podemos aprender mediante actividades entretenidas, a nuestro ritmo y según nuestros intereses. El Juego nos da la libertad que no tenemos en la calle. Si a cambio las empresas nos observan para hacer estudios de mercado, ¿a quién le importa? El sistema nos beneficia a todos: al gobierno, a la economía y a los estudiantes. Entonces, ¿por qué ha aparecido en mi instituto un grupo que se opone al Juego haciendo gamberradas siniestras? ¿Quiénes son? ¿Qué quieren conseguir? Lo único que sé de ellos es su nombre: los Sin Identidad. 


Sin Identidad, de Rae Mariz, es otra de mis adquisiciones por mi cumpleaños, que no he empezado (y acabado) hasta esta semana.
En el libro conocemos a Katey (también llamada Kid), una estudiante como otra cualquiera del nivel 13-17 del Juego. El Juego es una especie de instituto, pero sin serlo, en el que los adolescentes tienen la libertad de pasearse por los talleres (ni siquiera son clases, simplemente talleres) para ganar puntuación. La única "pega" es que les vigilan. Unas personas llamadas espónsores les vigilan para estar al tanto de todo, y así poder patrocinar a los estudiantes más populares. En esta sociedad distópica, a nadie parece importarle que les estén observando... Menos a los llamados Sin Identidad.

Nadie sabe quiénes son los Sin Identidad, pero tampoco se preocupan. Menos Kid. Y eso puede que sea lo único que la hace destacar entre los demás: Ella nunca ha tenido muchos amigos ni seguidores, ni tenía un hobbie en especial aparte de la música. Así que Kid, sola, intentará descubrir quiénes forman ese extraño grupo... Y puede que llame la atención de más de uno.

Quizá por su simplicidad, Kid es tan especial. No cree que tenga nada que la destaque, ni siquiera tiene intención (ni ganas) de hacerlo. A ella le gusta hacer música con sus amigos, pero no la típica música comercial, y sabe que nunca conseguirá patrocinador. A decir verdad, no cree que sea tan maravilloso como lo pintan. Su mejor amiga Ari, en cambio, está desesperada por conseguir uno, aún más desde que se ha unido a las Costureras, un grupo de moda. Eso provoca un distanciamiento entre las dos, que por fortuna "une" Mikey, el tercer integrante del grupo.

Sin Identidad tiene, en sus menos de 300 páginas, momentos de acción, de risa, de misterio e incluso un toque romántico sin salirse del tema principal.
Es una apuesta segura para quien busca un libro corto y lleno de intriga.

No hay comentarios:

Publicar un comentario